
“Quien no vive para servir; no sirve para vivir.”
Rabindranath Tagore
Rabindranath Tagore
¡Servir!, una palabra clave del Evangelio. Jesús es considerado como el Siervo de Yahvéh anunciado en los oráculos de Isaías. «No he venido a ser servido, sino a servir», tal fue, hablando con propiedad, su divisa. El siervo, ya merezca la denominación de «bueno y fiel», ya se le recuerde que es -¡escandalosamente!- «inútil», tiene una gran importancia en la enseñanza de Jesús. Y el «Maestro y Señor» deja a sus discípulos, como último recuerdo suyo y como ejemplo supremo, el arrodillarse delante de cada uno de ellos para lavarles los pies, servicio que estaba reservado a la categoría más baja de esclavos. En una palabra, Jesús introduce en nuestro mundo, con su ejemplo tanto y más que con su palabra, una ética y, sobre todo, una mística del siervo.

Después que les lavó los pies, tomó sus vestidos, volvió a la mesa, y les dijo: "¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros? Vosotros me llamáis "el Maestro" y "el Señor", y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, os he lavado los pies, vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros.( Juan 13, 1-14)
“Los gobernantes y los grandes dominan y oprimen. Así no debe ser entre ustedes. El que quiera ser grande que se haga servidor; y el que quiera ser el primero que se haga siervo, de la misma manera que el Hijo del Hombre: él no vino a ser servido, sino a servir y a dar su vida para el rescate de muchos”(Mt 20,25-28).
El ser humano tiene por valor fundamental la vida, su propia EXISTENCIA y no descansa hasta dar respuesta a una pregunta fundamental, ¿quien soy?, ¿para que existo?
Cada persona busca dar sentido a su vida, dar un sentido a todo lo que hace y vive.
Voy descubriendo que solo en la medida que te abres a otros, a los hermanos que caminan a tu lado y te das cuenta de que tienes algo que dar a la vez que recibir, voy siendo más feliz. El servicio, dar de mis capacidades y potencialidad me hace sentir lleno y tener aun más que dar.
Me hace sentir lleno de vida.
Yo dormía y soñé que la vida era alegría. Me desperté y vi que la vida era servicio. Serví y comprendí que el servicio era alegría.
Rabindranath Tagore
Soñé que la comunidad de los discípulos de Jesús predicábamos la Buena Noticia de la salvación con alegría, como una propuesta amable de liberación y como un camino de vida, y que en esta tarea se nos pasaban los días sin tener tiempo que perder. Soñé que entre todos nos dedicábamos al servicio de los más pobres, a consolar a los que estaban tristes, a estar atentos para ver a dónde se necesitaba ayuda, y que siempre estábamos dispuestos a echar una mano.

"Solo hay una cosa
que merece estima
Servir y Amar".
San Benito Menni