Cuando tantas noticias de dolor, de sufrimiento y abandono nos asaltan por todas partes, es escandaloso, anunciar una Buena Noticia:

- Es el escándalo de la cruz, que nos dice que el Amor es más fuerte que la muerte, y que otra Vida es posible, aquí y ahora.
- Es el escándalo de quien se abaja ante el prójimo, se quita el manto del señorío y el poder, y de rodillas, lava los pies, cansados y doloridos, de aquel que encuentra en el camino.
- Es el escándalo de quien, como el grano de trigo, sabe morir para dar vida, porque aún cuando nada entienda, sabe de Quien se ha fiado.
- Es el escándalo de que Jesús quiere vivir, y Vive Resucitado, en medio de los hombres, con el Corazón abierto, para Amar.
Es el escándalo y la buena noticia, que con sus vidas protagonizan muchos hombres y mujeres que viven, para y de la Hospitalidad, hecha acogida, respeto, dignidad, sencillez y fe.
Como Benito Menni, cuya fiesta celebramos el 24 de Abril.
El 11 de Marzo de 1841, nace en Milán, ya como hermano de S. Juan de Dios, con 26 años será enviado a España para restaurar la Orden. Ante la situación de abandono que percibe para con las mujeres enfermas mentales, en la sociedad del s. XIX, fundará la Congregación de Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús.
Muere en Dinán (Francia) el 24 de Abril de 1914, siendo canonizado el 21 de Noviembre de 1991.
S. Benito Menni, hizo de su vida una buena noticia, para muchos caídos en el camino. Tuvo el “coraje de un profeta” para anunciar que la Misericordia y la Hospitalidad, Dios la sigue haciendo realidad hoy, como ayer y siempre.
El 11 de Marzo de 1841, nace en Milán, ya como hermano de S. Juan de Dios, con 26 años será enviado a España para restaurar la Orden. Ante la situación de abandono que percibe para con las mujeres enfermas mentales, en la sociedad del s. XIX, fundará la Congregación de Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús.
Muere en Dinán (Francia) el 24 de Abril de 1914, siendo canonizado el 21 de Noviembre de 1991.
S. Benito Menni, hizo de su vida una buena noticia, para muchos caídos en el camino. Tuvo el “coraje de un profeta” para anunciar que la Misericordia y la Hospitalidad, Dios la sigue haciendo realidad hoy, como ayer y siempre.
El resplandor más blanco lo tiene el Señor Resucitado; en sus manos lleva la Cruz, señal de su amor hasta el extremo. Es el amor cumplido, en el Hombre realizado.
A mi memoria le llega un recuerdo: no olvides que la obra hospitalaria se realiza según el misterio de Pascua; el misterio que garantiza que servir es camino de vida, que el mal va de vencido, que la victoria está del lado del amor.
Mirar y dejarme mirar, así, me conduce a experimentar en mis entrañas compasión con quienes sufren; me crece dentro, como una zarza ardiente, la entrega sin medida para ser su consuelo y esperanza.
“Es esta una gracia tan grande y tan singular que bien meditada,
basta para encender el corazón
en el Divino Amor” (C. 19)
A mi memoria le llega un recuerdo: no olvides que la obra hospitalaria se realiza según el misterio de Pascua; el misterio que garantiza que servir es camino de vida, que el mal va de vencido, que la victoria está del lado del amor.
Mirar y dejarme mirar, así, me conduce a experimentar en mis entrañas compasión con quienes sufren; me crece dentro, como una zarza ardiente, la entrega sin medida para ser su consuelo y esperanza.
“Es esta una gracia tan grande y tan singular que bien meditada,
basta para encender el corazón
en el Divino Amor” (C. 19)